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Hace algun tiempo mi cuerpo era fuerte y agil y sin los achaques que a todos nos toca a estas alturas del juego.
Cuando era militar activo podia disparar un fusil FN30, a lo derecho visto que soy zurdo. Ese tipo de armas debía ser percutada así para evitar perder un ojo con los cartuchos ejectados por esa leyenda entre las armas, que nos era asignada y que solia ser utilizada para defender la obra de Bolivar.
Tambien podía recorrer kilometros a trote o arrastrarme nariz en tierra por las laderas del cerro el gato, para evadir los gases lacrimogenos que nos eran lanzados a mansalva, para curtirnos el espiritu ante qualquier ataque "invasor".
Y es que siendo practicamente un niño, al haber seleccionado la formacion militar como fase para convertirme en hombre, no alcancé nunca a imaginar cuanto llanto hubo oculto en los ojos de mi madre y seres queridos. Al sol de hoy sigo sin poder calcular cuanto dolor hay en una madre venezolana al ver que la razon de sus vidas esta siendo exterminada tanto en lo fisico como en lo espiritual, esa incapacidad de cálculo es quizás producto de un bloqueo mental ante la impotencia que genera no tener el modo de apaciguar tanto dolor.
Esta frustracion aumenta cuando en destellos viene a mi mente un caudal de recuerdos, de hechos que posteriormente se convirtieron en la desgracia que vive hoy mi país y con propiedad lo digo porque cuando se solia ser militar se era 2 veces Venezolano. Una por sentimiento propio y otra por un sentido de proteccion hacia los tuyos.
Pero es que a mis 17 años no supe efectuar la lectura de esos mensajes que pasaron frente a mi. Eran como invisibles. La suspicacia en un joven de 17 de la Venezuela ochentera, no era precisamente algo habitual.
Venezuela esta en el punto de quiebre o de perpetuidad de un sistema destructivo que se ha ganado todos los epitetos negativos que pudiera tener el lenguaje de los humanos, y este momento no puede ser desperdiciado por los compatriotas quienes desde cualquier rincon de Venezuela o del mundo "Tenemos" que echarle leña al fuego hasta que se incendie lo que deba ser quemado.
Desde los Militares de honor que estoy seguro estan dentro de las barracas y que sueñan con un futuro mejor para su familia, hasta los jovenes, pueblo en general, y muy en especial a los despectivamente llamados "guerreros del teclado", a quienes debemos su modesto "aporte" a la campaña abstencionista que hoy dia nos tiene en el punto de quiebre.
Especial mención merecen quienes en otros idiomas hemos gritado en universidades conferencias, canales de televisión y foros lo que sucede en Venezuela, porque increíblemente muchos de esos escenarios desconocían el holocausto ocurrido en la América del nuevo siglo.
TODOS DEBEMOS PROVOCAR EL QUIEBRE.
Uno de mis profesores de Periodismo, luego de un comentario que hice en contra de los viejos zorros de la politica, me sugirió que visto mis comentarios en contra de "elecciones", que entonces debia estar dispuesto a tomar un fusil e ir adelante.
Quiero en este mensaje dejarle saber con el mayor respeto y aprecio del mundo, porque a lo mejor lo desconoce, que el fusil ya lo cojí en mi epoca y fue para defender a mi familia y a mi pueblo.
Ahora como a muchos venezolanos, nos ha tocado salir a la calle, marchas y votos que jode, pero como no soy pendejo, en el camino hace rato me di cuenta que estabamos invadidos por mercenarios extranjeros, que controlaban el sistema de votación, tema corroborado por la propia Smartmatic.
Hoy el aporte lo he condensado en algunas memorias, las cuales blandiendo mi pluma como solia hacerlo con la balloneta de mi fusil FN30, he escrito en una novela llamada #INVASIONSILENCIOSA alertando al mundo sobre lo que ocurrió en Venezuela, hecho histórico que podría suceder en cualquier otro país.
Advertir que ante una invasion no existen elecciones que valgan.
Para cerrar aun cuando por lo extenso de este mensaje y visto la poca aficion a la lectura de los Venezolanos, quiero decirles que esta guerra que ha librado Venezuela pasó hace rato al plano economico. Existen grupos de poder transnacional cuya implicacion es tan grande que estan impidiendo la caida de la Dictadura de Venezuela y del cono sur, porque este problema no es exclusivo de Venezuela. Trillones de dolares, perdida prestigio y temor a la justicia se encuentran sobre el tapete.
Sin embargo el pueblo de Venezuela tiene sangre libertadora y estamos en la antesala de un hecho historico a nivel mundial.
Dios, patria y familia.
Raul Alberto Diaz